Un equipo internacional de astrónomos ha detectado el campo magnético de una galaxia tan lejana que su luz, que ha tardado más de 11.000 millones de años en llegar hasta nosotros, es de cuando el universo tenía solo 2.500 millones de años.
Este descubrimiento no solo es asombroso, sino que además proporcionará información vital a los astrónomos sobre cómo surgieron los campos magnéticos de galaxias como nuestra propia Vía Láctea.
«Nuestra galaxia y otras galaxias están entrelazadas por campos magnéticos que abarcan decenas de miles de años luz», ha explicado James Geach, profesor de astrofísica en la Universidad de Hertfordshire, en Reino Unido, y autor principal del estudio.
Sin embargo, «a pesar de ser bastante importantes por cómo influyen en la evolución de las galaxias, sabemos muy poco sobre cómo se forman estos campos», ha añadido Enrique López Rodríguez, investigador de la Universidad de Stanford, en EE.UU., quien también ha participado en el estudio.
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