Francisco en el Allegiant Stadium de Las Vegas, Nevada este domingo ante 61,629 aficionados.
El mariscal de los Chiefs, Patrick Mahomes, con el marcador adverso por tres puntos en tiempo extra tras un gol de campo de los 49ers, tuvo la sangre fría y conectó un pase de tres yardas con Mecole Hardman Jr., que le dio el título a su equipo por segundo año consecutivo al ganar 25-22.
Los 49ers, que estaban a una victoria de conseguir el sexto Vince Lombardi de la franquicia, estuvieron 10-0 arriba en la primera mitad, pero los Chiefs poco a poco fueron agarrando momento hasta irse arriba y anotaron en el tercer cuarto 10 puntos sin respuesta.
Tras registrar un récord negativo en diciembre, los Chiefs adoptaron una mentalidad de villanos durante toda la postemporada, sorprendiendo a tres equipos en el camino a su segundo título consecutivo, convirtiéndose en el noveno equipo que repite como monarca y el primero desde los Patriots de Nueva Inglaterra en 2004.
Fue el cuarto Super Bowl en la franquicia para los Chiefs y el tercer título de Super Bowl de Kansas City en cinco años.
“Los muchachos jugaron bien, la defensa especialmente”, indicó Andy Reid, entrenador en jefe de Kansas City.
Los 49ers habían llegado al “Super Domingo” como ligeramente favoritos ante los Chiefs, todo lo contrario de cuando estos dos equipos se enfrentaron hace cuatro años en el Super Bowl LIV en Miami, el cual Kansas City también ganó.
“La defensa nos mantuvo en el juego”, dijo Mahomes, de 28 años, el Jugador Más Valioso del gran partido. “Y la ofensiva hizo lo que tenía que hacer”.
“Viva Las Vegas”, expresó Travis Kelce, el ala cerrada de los Chiefs ante la sonrisa de su novia Taylor Swift, quien viajó desde Japón para ver a su amado campeonar. Swift abrazó a Kelce en el campo tras la victoria, lo que supuso un digno final para una temporada en la que la relación entre la estrella del pop y el ala cerrada introdujo a nuevos aficionados en el deporte más visto del país.
El espectáculo de Usher en el descanso: Usher llevó al público en un recorrido coreografiado a través de 30 años de éxitos de R&B y pop. Este espectáculo tuvo de todo, desde patinaje sobre ruedas hasta Alicia Keys al piano.
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