Tras la masacre en una escuela primaria de Uvalde, Texas, las instituciones académicas de todo Estados Unidos han contratado personal de seguridad adicional y restringido visitas en un momento en que lidian con una nueva serie de amenazas por parte de imitadores.
Para algunos familiares y educadores, todo esto se suma a la intranquilidad después del ataque escolar con mayor número de muertos en Estados Unidos desde la masacre de 2012 en la Escuela Primaria Sandy Hook.