El papa Francisco pidió este sábado a los padres que no sean ansiosos y sobreprotectores y que dejen a los hijos “vivir su misión”, en la misa de clausura del X Encuentro Mundial de las Familias, que se ha celebrado en estos días en Roma.
Francisco no ofició la misa por sus problemas en una rodilla, pero sí que leyó la homilía en la que se refirió a la familia como “el lugar del encuentro, del compartir, del salir de sí mismos para acoger a los otros y estar cerca de ellos” y “el primer lugar donde se aprende a amar”.
En su lugar celebró la misa ante varias decenas de miles de personas en la plaza de San Pedro, a pesar del intenso calor, el cardenal Kevin Joseph Farrel, prefecto del dicasterio para los laicos, la familia y la vida.
En su homilía, el papa pidió además defender a la familia y no dejar que “se contamine con los venenos del egoísmo, del individualismo, de la cultura de la indiferencia y del descarte, y pierda así su ADN que es la acogida y el espíritu de servicio”.