El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, firmó este miércoles una ley que supone la mayor reforma del Servicio Postal estadounidense en más de quince años, destinada a paliar los problemas financieros y logísticos que lastran a la agencia.
«Con esto nos aseguramos de que (el Servicio Postal) puede seguir dando servicio a todos los estadounidenses durante generaciones», dijo Biden al rubricar la legislación en un acto en la Casa Blanca.
El Congreso estadounidense aprobó hace un mes la citada reforma, que destina 107,000 millones de dólares para apoyar y modernizar las operaciones del Servicio Postal, evitar que se quede sin fondos en 2024 y acelerar sus entregas de correo.
El Servicio Postal jugó un papel central en las elecciones de 2020 al permitir que muchos ciudadanos votaran por correo en medio de la pandemia y, como resultado, se desencadenó un nuevo impulso político para atajar los problemas financieros que arrastra la agencia.
La iniciativa, fruto de meses de negociaciones, incluye importantes cambios en el sistema médico y de jubilación del Servicio Postal, con el objetivo de ahorrar casi 50,000 millones de dólares durante la próxima década.
En concreto, acaba con la obligación del Servicio Postal de pagar por adelantado los seguros médicos de sus trabajadoresretirados durante 75 años, algo que no ocurre en ninguna otra rama del Gobierno y que ha puesto a la institución al borde de la bancarrota.
Ese requisito formaba parte de una ley aprobada en 2006, en un momento en el que el Servicio Postal tenía beneficios y el volumen de correo era constante; pero el menor uso actual del servicio ha resultado en pérdidas de hasta 90,000 millones de dólares para la agencia desde 2007.
La nueva ley también obliga a los empleados mayores o retirados del Servicio Postal a inscribirse en «Medicare», un programa público de cobertura sanitaria para las personas de más de 65 años, lo que permitirá ahorrar gastos.
Por último, la legislación obliga al Servicio Postal a mantener su servicio seis días a la semana y establece la creación de una web en la que los usuarios podrán ver cuánto tiempo tarda una carta o paquete en llegar a su destino.
A diferencia de otras agencias del Gobierno, el Servicio Postal no se financia con impuestos, sino con los ingresos que obtiene de la venta de sellos y entrega de paquetes.
Además, el Congreso establece cuáles son las tarifas que debe cobrar el Servicio Postal y que son bastante más bajas que las de los operadores logísticos FedEX y UPS, su principal competencia.
A diferencia de esas dos compañías, el Servicio Postal tiene rutas a todos los hogares del país, hasta el punto de llegar a una comunidad remota en el Gran Cañón, donde las mulas hacen llegar el correo.