Un día como hoy, pero en 1965, se produjo la intervención militar de los Estados Unidos a la República Dominicana, un hecho que tuvo como antecedente el levantamiento cívico militar del 24 de abril de 1965, que buscaba reponer el gobierno del extinto profesor Juan Bosch que había sido derrocado en septiembre de 1963.
Ese 28 de abril, cuatro días después de iniciada la insurrección cívico-militar, desembarcaron las tropas estadounidenses con el pretexto de salvar vidas, pero el motivo real era impedir el retorno de Bosch y que surgiera en el país un gobierno de corte comunista, similar al cubano.
En una reunión de consulta de los ministros de Relaciones Exteriores de la Organización de Estados Americanos (OEA) del 1 de mayo de 1965 se aprobó legalizar la intervención norteamericana con el nombre de Fuerza Interamericana de Paz (FID).
El grueso de las tropas era de Estados Unidos: 42 mil marines pertenecientes a su 82 División Aerotransportada, bajo el mando de Bruce Palmer, considerado para ese entonces como uno de los mejores generales del Pentágono.
Los demás integrantes de la Fuerza Interamericana de Paz, fueron 1,130 soldados brasileños, 250 soldados hondureños, 184 soldados paraguayos, 160 soldados nicaragüenses, 21 policías militares costarricenses y tres oficiales salvadoreños.
Los intervencionistas aislaron a los constitucionalistas, dividiendo la ciudad en dos zonas e instalaron un Gobierno que encabezó el general Antonio Imbert Barreras, que se llamó de “Reconstrucción Nacional