Mientras continúan los combates, ya son más de 4.000 los civiles ucranianos muertos y casi 5.000 los heridos, según las últimas cifras de Naciones Unidas.
Los combates más duros siguen produciéndose en la ciudad de Severdonestk, en la región de Lugansk (este), un tercio de la cual está ya controlada por los rusos y donde se lucha calle por calle. El presidente ucraniano, Volodomir Zelenski, ha calificado la situación de “extremadamente difícil”.
Mientras, en el sur las tropas ucranianas han lanzado algunos contraataques, en Bruselas los líderes europeos alcanzan un acuerdo para vetar “casi todo el petróleo ruso” y el presidente de Estados Unidos dice en Washington que no enviará a Ucrania armamento que pueda alcanzar territorio ruso.