Pese a la garantía de la Asociación Dominicana de Avicultores y de ProConsumidor de que el precio del pollo picado no sobrepasa los 70 pesos, las pollerías en los barrios y en los mercados populares lo venden entre 75 y 90 pesos, ante el disgusto de los clientes y las amas de casa que buscan alternativas para sustituir esa proteína con algún producto más económico.
Mientras comerciantes de la Urbanización Ozama y otros sectores de Los Mina, se quejan de la escasez de pollo, residentes de ese sector se trasladan a otras barriadas para comprar la carne a 80 pesos y no a 85 y 90 como la venden los colmados próximos a sus residencias.
