Dos variantes relativamente nuevas de la cepa ómicron del coronavirus, la BA.4 y la BA.5, están ganando terreno en las últimas semanas en Estados Unidos, en un momento en que el país ha vuelto prácticamente a la total normalidad, pero que coincide con un repunte de la pandemia.
Según datos de los Centros para el Control de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), la BA.4 y la BA.5 -responsables del alza de infecciones en Sudáfrica durante los meses de abril y mayo-, ya suponen un 13 % de los casos detectados en EE.UU.
Hace sólo una semana, estas variantes eran responsables de únicamente un 6 % de los casos; y hace un mes, apenas tenían presencia en Estados Unidos, lo que apunta a que su expansión se está produciendo a una ritmo muy alto.