Al reconocer que cualquier actividad de generación eléctrica deja una huella en el medio ambiente, la administración de la Central Termoeléctrica Punta Catalina indicó este martes que el estudio publicado ayer en el que se advierte sobre los niveles de contaminación de la generadora «carece de precedentes», además de calificar como «el colmo de lo absurdo» el pedimento de su cierre.
El informe presentado ayer y divulgado por los medios de comunicación, atribuye a Punta Cantalina una contaminación que no solo afecta gran parte del territorio nacional, sino también al vecino país de Haití y las costas de Cuba y Jamaica.
Ante la investigación, la entidad explicó que desconocen «el rigor con el que se elaboró el citado informe, pero con el nivel de contaminación que se le imputa a la Termoeléctrica Punta Catalina, habría sido prácticamente imposible la consecución de financiamiento por parte de bancos europeos muy sensibles a los temas ambientales. Es decir, estamos ante un debate bizantino».
Aseguran que Punta Catalina no es neutral, «pero cuenta con mecanismos de mitigación del impacto ambiental de última generación, específicamente un Sistema de Control de Calidad de Aire que reduce dióxido de carbono y el trióxido de azufre hasta en un 98%».