Cada semana en el Instituto Nacional del Cáncer Rosa Emilia Sánchez Pérez de Tavares, perteneciente a la red pública de salud, se ve obligado a suspender entre 15 y 20 cirugías por falta de camas donde ubicar pacientes tras el postoperatorio, mientras en su área de emergencia los pacientes tienen que esperar hasta que se vacíe una cama.
A esto se suma, que hay pacientes en etapa avanzada de cáncer que no deben estar en sus casas, porque requieren de estar en un lugar donde reciban atenciones especializadas, pero los hospitales oncológicos del país no disponen de camas suficientes para albergarlos.
Esto lleva al doctor José Ramírez, director del Instituto Nacional del Cáncer, a destacar la urgente necesidad de que el país cree casas de acogida o cuidados paliativos para pacientes con cáncer.
Cita como ejemplo de factibilidad para su creación, la cantidad de hoteles vacíos que tiene la ciudad que se pueden habilitar, porque reconoce que hay pacientes que no pueden estar en sus casas viviendo ese proceso.
El director del Instituto Nacional del Cáncer destacó que ese hospital cuenta con 60 camas, que son totalmente insuficientes para atender la demanda de pacientes que requieren ingresos.
“Estoy esperando que abran el hospital Padre Billini, ya que sus servicios se están ofreciendo en estas instalaciones, para habilitar y aumentar a más de 100 la capacidad de camas, que no va a solucionar el problema de la demanda, pero va a ayudar”.
Dijo que cada semana tiene que suspender entre 15 y 20 cirugías por falta de camas y que diario amanecen en la emergencia más de cinco pacientes con criterio de ingresos esperando camas.
El hospital recibe cada día, explicó el especialista en entrevista concedida a Listín Diario, entre 1,500 y 2,700 pacientes diarios buscando diferentes servicios, pero que nuevos pacientes de cáncer recibe cada día entre tres y cinco casos, lo cual es mucho, porque son 15 a la semana y entre 50 y 60 al mes.
Fuente: listín diario