Los efectos de la “convulsa coyuntura geopolítica” en la dinámica de las cuentas fiscales durante los primeros ocho meses del 2022 llevaron al Poder Ejecutivo a someter ayer al Congreso Nacional una modificación a la ley que aprueba el presupuesto nacional vigente, que estipula un aumento de los recursos destinados a subsidios para contener la inflación, entre estos 33,692.7 millones para evitar aumentos en la tarifa eléctrica y 40,000 millones para los combustibles.
Con la modificación propuesta, el total de gastos pasaría de los 1,046,280.7 millones de pesos estipulados en el presupuesto vigente a 1,160,282.3 millones de pesos, para un incremento neto de 114,001.6 millones de pesos, “priorizando apropiaciones para acomodar la creciente demanda de recursos para afrontar los efectos adversos de la inflación sobre la clase trabajadora y los hogares vulnerables”, dijo el ministro de Hacienda, José Manuel (Jochi) Vicente.
El 67.4 % -que son 92,368.9 millones de pesos- de los nuevos requerimientos de gasto se asocian a cubrir a los hogares de los efectos de la inflación. El proyecto contempla la asignación de 40 millones de pesos para contrarrestar las alzas en los precios de los hidrocarburos, otros 18,676.1 millones para cubrir subsidios a la expansión del plan social y la ampliación de las raciones, la creación de nuevos Comedores Económicos, mitigar las alzas en los pasajes, subvencionar el precio de los fertilizantes para evitar aumentos de costos a los productores agrícolas y para ciertos productos de la canasta alimetaria como el pollo y la harina.
“Estimaciones preliminares del Ministerio de Hacienda apuntan a que el subsidio a los precios de los combustibles evitó que la inflación acumulada a julio (5.48 %) fuese 2.2 puntos porcentuales más elevada”, publicó ayer el ministro de Hacienda en su cuenta de Twitter.
Aunque el proyecto contempla un incremento de 47,395.2 millones de pesos en el déficit fiscal, que pasaría de los 174,000 millones de pesos que aprobó el Congreso Nacional a unos 222,000 millones, y se estima que al final del año cerrará en -3.6 % del producto interno bruto (PIB), no se prevé incurrir al financiamiento. “Este déficit no se traducirá en un endeudamiento adicional al ya aprobado por el Congreso Nacional”, enfatizó el ministro.
Vicente también indicó que la proyección del gasto por intereses de la deuda pública se redujo en 5,623.6 millones de pesos como consecuencia de la nueva proyección del tipo de cambio y los efectos de la operación de manejo de pasivos realizada en febrero pasado.
“La expansión de la brecha fiscal será cubierta en su totalidad por recursos disponibles de ejercicios fiscales anteriores y la reducción en las aplicaciones financieras, lograda en gran medida por la operación de manejo de pasivos realizadas”, agregó.