El consorcio estatal ruso Gazprom advirtió hoy de una amenaza de explosión o incendio en la única estación compresora en activo de Portovaya si se reanuda el suministro de gas a Europa a través del gasoducto Nord Stream.
«La explotación de esa unidad compresora sin subsanar los fallos detectados crea un riesgo de incendio o explosión, lo que repercute en la seguridad industrial de toda la estación», señala el comunicado de Gazprom en su canal de Telegram.
Recuerda que el pasado día 2 el Servicio Federal de Supervisión Técnica de Rusia (Rostejnadzor) envió una advertencia al gigante ruso sobre la necesidad de suspender la operación de la estación debido a la detección de una fuga de aceite en los sensores del rotor.
La nota subraya que las temperaturas en la superficie de un compresor de una turbina de gas por donde pasan las conexiones de los cables pueden alcanzar los 300 grados centígrados.
Gazprom destaca que dicha fuga no se detectó durante los trabajos de inspección y servicio efectuados anteriormente por los especialistas de la compañía alemana Siemens.
Además, argumenta que la estación Portovaya es ahora «una instalación de producción peligrosa», por lo que su funcionamiento sin subsanar el fallo va en contra de la legislación vigente en Rusia.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, rechazó hoy categóricamente cualquier intento de culpar a Rusia por la suspensión indefinida del suministro y responsabilizó de nuevo a Occidente por considerar que son las sanciones las que impiden el funcionamiento de la infraestructura.
«Los problemas con el bombeo surgieron debido a las sanciones impuestas en contra de nuestro país y en contra de una serie de compañías por parte de los estados occidentales, incluyendo a Alemania y el Reino Unido. No hay otros motivos que generen problemas para el bombeo», indicó Peskov en su rueda de prensa diaria.