El fallecimiento de un menor de solo un año y nueve meses tras ahogarse en una cubeta y el aún no aclarado incidente en el que una niña cayó del cuarto piso de un Hogar de Paso, han sacudido a la sociedad dominicana y colocado la lupa sobre los programas y proyectos estatales cuya finalidad es garantizar la protección, atención y educación de niños, niñas y adolescentes.
En una misma semana, primero el Consejo Nacional para la Niñez y Adolescencia (Conani) y luego el Instituto Nacional de Atención Integral a la Primera Infancia (Inaipi), a través de uno de sus Centros de Atención Integral a la Primera Infancia (Caipi), evidenciaron fragilidades en el cuidado de la integridad física de los menores bajo su responsabilidad.
Los hechos
En el más reciente de los casos las fallas, actualmente bajo investigación, costaron la vida de Maikel Esmil Castro Álvarez, a quien familiares y allegados despidieron el pasado sábado.
Los padres del infante, Kaileny Álvarez y Manuel Castro, externaron a la prensa que consideran se trató de una negligencia en el Caipi Pueblo Nuevo, ubicado en San Francisco de Macorís.
Quejas y reclamaciones
A pesar de que es la primera vez que el Inaipi registra un suceso de esta magnitud desde su fundación en 2015, le precede una serie de denuncias asentadas en el Portal 311, una herramienta del gobierno para “canalizar las denuncias y sugerencias de ciudadanos a las instituciones u organismos públicos”.
Visita
Respecto a las consecuencias por esta pérdida, en el transcurso del domingo, los padres de Maikel recibieron la visita de la directora ejecutiva del Inaipi, Besaida Manola Santana de Báez, quien les garantizó que se establecerán responsabilidades en la tragedia.
Santana de Báez aseguró que el Inaipi está prestando toda su colaboración a las autoridades a cargo del caso y tan pronto concluyan las investigaciones que realiza el Ministerio Público y la Policía Nacional, el “Inaipi velará por que se apliquen las sanciones que correspondan a casos como este”.