Como si cientos de luciérnagas se zambullieran de golpe en el océano, las playas bioluminiscentes despliegan justo al caer la noche un arsenal de colores fluorescentes que descubren, una vez más, las maravillas que la naturaleza es capaz de albergar.
Las playas bioluminiscentes son un fenómeno natural tan asombro como desconocido y ocurre cuando el agua del mar se ilumina en la oscuridad debido a la bioluminiscencia o capacidad de producir luz de ciertos organismos marinos que emiten esa luz a través de reacciones químicas internas.
Son principalmente los dinoflagelados bioluminiscentes, una especie de fitoplancton, los microorganismos responsables de que se produzca este fenómeno. Estos microorganismos unicelulares contienen una sustancia química llamada luciferina y una enzima llamada luciferasa. Cuando la luciferina reacciona con el oxígeno y la luciferasa, se produce una reacción química que libera energía en forma de luz.
Como es obvio, para que se dé el fenómeno de la bioluminiscencia es necesario que existan ciertas circunstancias concretas, entre ellas, que haya una población suficiente de dinoflagelados bioluminiscentes u otros organismos bioluminiscentes en el agua, que haya oscuridad o baja luz ambiental, ya que la luz emitida por los organismos bioluminiscentes es relativamente débil y puede ser difícil de percibir en presencia de luz solar intensa y, por último, que el agua del mar esté bastante agitada, ya que el movimiento de las olas estimula a estos organismos bioluminiscentes para liberar más luz, lo que convierte a las tormentas en el escenario perfecto para disfrutar de las playas bioluminiscentes. #NoticiasDNNInternacional