La empresa Worldcoin ha captado a cerca de 400.000 usuarios en el Estado para escanear su iris a cambio de monedas digitales que esta semana cotizan a 80 euros, una práctica que investiga la Agencia Española de Protección de Datos tras recibir cuatro denuncias por uso indebido de datos.
La trasmisión de este tipo de datos a un tercero nunca es inocua, según han alertado algunos expertos consultados por EFE, que han puesto sobre la mesa cuáles son las posibles violaciones a la intimidad asociadas a esta práctica, y hasta la posibilidad de detectar enfermedades a partir de ese escaneo.
«Lo que dice el Reglamento General de Protección de Datos y el derecho a la intimidad es que tiene que haber un consentimiento libre e informado en la cesión de los datos, y el mejor ejemplo de que en este caso no se cumplen es que, en los testimonios que conocemos, los usuarios no saben para qué ceden sus datos», explica a EFE Borja Adsuara, abogado experto en derecho digital.
Adsuara subraya que el foco no está en ganar dinero a cambio de ceder los datos, sino en que quien acepta el escaneo de su iris sepa para qué se va a usar la información obtenida.
«Eso sí puede ser constitutivo de delito y es lo que investiga la AEPD, que los usuarios parecen no contar con información suficiente de qué va a hacer Worldcoin con sus datos», destaca.
El experto incide en que la clave no está «en defender los datos sino la libertad de la persona para hacer con sus datos lo que quiera», lo que viene a ser, según él, equiparable a la libertad sexual: «Tú puedes hacer con tu cuerpo lo que quieras, pero ninguna otra persona puede hacer nada con tu cuerpo sin tu consentimiento».
«Si lo tenemos claro con la integridad física, ¿por qué no lo tenemos con la intimidad?», cuestiona. #NoticiasDNNInternacional