Tras casi cuatro horas de inspección judicial en el lujoso yate Flying Fox, anclado en el puerto de Sans Souci desde el pasado 21 de marzo, las autoridades dominicanas fueron captadas saliendo desde el interior de la embarcación con un escáner marca Heurisis.
Ese escáner está diseñado para revisar, mediante rayos x; los mamparos, cascos y bodegas de los barcos en búsqueda de drogas, dinero y huecos escondidos donde se puedan guardar lo antes mencionado.
En el segundo día de pesquisas, unos cinco agentes representantes de la Procuraduría General de la República intervinieron la embarcación propiedad de un oligarca rusoaproximadamente a las 8:30 de la mañana.
Las vías de acceso al puerto, por la terminal Don Diego, donde permanece anclado el Flying Fox fueron denegadas a los medios de comunicación por el cuerpo de seguridad de este espacio.
Cabe señalar que el yate permanece anclado en territorio dominicano por pedido de investigación de los Estados Unidos, por ser propiedad de un oligarca ruso.
Cerca de la seis de la tarde del viernes, unas cinco personas de tez caucásica salieron desde dentro del bote y hasta afuera del puerto y en inglés le expresaron a los medios de comunicación que no emitirían declaraciones.
La requisa al yate forma parte de una investigación «sobre presunto lavado de activos y tráfico de armas», la cual se realiza a solicitud de los Estados Unidos.
El allanamiento se realiza con la autorización 0094 -marzo-2022 dictada por la coordinadora de los juzgados de instrucción.