El presidente Luis Abinader encabezó anoche una reunión del consejo de Ministro en el Palacio Nacional, en la que se “pasó balance”a la situación del país y se evaluaron los planes operativos, los gastos y los ingresos de las diversas instituciones del Estado en lo que va de este año.
La reunión inició alrededor de las 8:40 de la noche y concluyó una hora después, cuando los funcionarios empezaron a salir del salón del segundo piso del Palacio Nacional, donde se desarrolló la actividad.
Aunque no hubo una declaración oficial, los ministros de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) Deligne Asunción y el de la Juventud, Rafael J. Feliz y la director del DIDA, Carmen Serrata, informaron a los periodistas que se trató de una reunión de rutina, donde los funcionarios explican al presidente Abinader las acciones que llevan a cabo en las instituciones que dirigen.
Informaron al mandatario las novedades, los éxitos, los inconvenientes y se hacen sugerencias para alcanzar las metas.
Desde el inicio de su gestión gubernamental, en agosto del 2020, el presidente Abinader convoca con regularidad Consejo de Ministros, en la que participan también directores generales; anoche estuvieron también los presidente del Senado ingeniero Eduardo Estrella y de la Cámara de Diputados, Alfredo Pacheco.
El objetivo es “pasar balance” a los trabajos que realizan las instituciones del Estado en su rol del servir a la nación y cumplir los planes estructurados para cada mes del año, acorde a los presupuestos establecidos.
Organismos de seguridad
Ayer el presidente Luis Abinader ordenó una reunió con los jefes de los organismos de Seguridad del Estado con quienes se trató la agresión a los autobuses del nuevo corredor de la avenida Charles de Gaulle, que dejó a varias personas heridas y los cristales del vehículos dañados, entre otros aspectos.
El conflicto entre dirigentes y grupos ligados al transporte público, que degeneró en la agresión a pedradas a un autobús acción que dejó a varias personas heridas en Santo Domingo Este generó preocupación en la población que ve a los sindicatos de transporte como ente violentos.