No toda la energía eléctrica que se produce se vende y se factura. Por lo tanto, todas las empresas distribuidoras del servicio eléctrico generan pérdidas que pueden ser técnicas o comerciales. En ambos casos, el excedente perdido constituye un impacto económico negativo para el Gobierno que debe comprar más energía para abastecer los hogares.
A pesar de que República Dominicana ha logrado disminuir las pérdidas de energía en aproximadamente un 3.4 % anual, continúa liderando estadísticas de pérdida de electricidad en comparación con cuatro países con datos similares, según el Monitor Energético del Ministerio de Economía Planificación y Desarrollo (MEPyD) correspondiente a abril pasado, pero publicado recientemente.