Después de cuatro meses y medio de guerra en Ucrania, el ejército ruso proseguía este sábado sus “incesantes” bombardeos en la región oriental de Donetsk, mientras Estados Unidos prometía nueva ayuda militar a Kiev.
Este sábado, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, advirtió sobre los riesgos de una inacción ante Rusia: “Los ojos de todos los movimientos y regímenes políticos agresivos en el mundo están puestos en lo que nos hace Rusia”, escribió en Instagram.
“¿Podrá el mundo llevar ante la justicia a los verdaderos criminales de guerra?”, preguntó, advirtiendo del riesgo de “centenares de agresiones más” si el mundo no reacciona.
Zelenski explicó la víspera en un video haber pasado el día en la región de Dnipro (centro) y deseó feliz fiesta “a todos los musulmanes de Ucrania y del mundo” con motivo del Eid al-Ada que se inicia el sábado.
También aseguró a los tártaros de Crimea que vendrá el día en que “nos felicitaremos mutuamente en una Crimea libre”, península anexionada por Rusia en 2014.
El Ministerio de Defensa ruso afirmó que su ejército infligió importantes pérdidas a los ucranianos en las regiones de Mikolaiv y Dnipro (sur y centro del país, respectivamente), y reivindica bombardeos en Járkov y Donetsk.
Al bombardear la región de Donetsk, donde continúan las evacuaciones de civiles, Moscú busca apoderarse de toda la cuenca del Donbás, su objetivo estratégico desde que se retiró a fines de marzo de los alrededores de Kiev.