Ana Bernier lleva un año recibiendo beneficios como rendimiento de los dólares que invirtió en el mercado virtual de uso de criptomonedas. Es una de los dominicanos que usan las plataformas digitales de compra y venta de activos intangibles, un segmento que en el país ha crecido 52 % en este año, según una reciente encuesta. El Banco Central reitera que no cuenta con la regulación y respaldo del Estado.
A Bernier, de 53 años, no le llevó tiempo tomar la decisión de ser inversionista de activos digitales, ya que la experiencia de una amiga que genera mayores volúmenes que ella la motivó a arriesgarse a colocar su dinero en el mercado, a través de una empresa internacional.
“Comencé con 50 dólares y luego reinvertí lo que tenía. Ahora retiro mi ganancia semanalmente en un cajero en el que tengo la opción de vender mis monedas y recibir el pago en pesos”.
La criptomoneda es una divisa digital que utiliza un cifrado criptográfico para asegurar la integridad de las transacciones y transferencias de activos a través de medios tecnológicos. Existen muchas monedas virtuales y cada una tiene un valor distinto y con código único que la diferencia de las demás, por lo que dos personas no pueden tener la misma criptografía (código) en sus monedas.
En el país ya hay 15 cajeros para criptomonedas en distintas localidades; más de la mitad se encuentran instalados en puntos comerciales del Gran Santo Domingo, específicamente en Villa Mella, San Isidro, Los Mina, Piantini, Gascue, Bella Vista y Herrera.
El resto están ubicados en otras provincias. Hay, al menos, un cajero automático en Santiago, San Pedro de Macorís, Puerto Plata, Las Terrenas y Punta Cana, zonas donde extranjeros y dominicanos utilizan las monedas para pagos y transacciones.
Las transacciones son activos digitales que se realizan sin intermediarios y los usuarios pueden hacer intercambios con la cantidad de monedas que quieran tener en su cartera digital.