Google Maps es una de las aplicaciones de rutas preferidas por millones de personas para saber cómo moverse en cualquier sitio; junto con Waze o Moovit. Esta aplicación se ha consolidado como una de las más completas, ofreciendo todo tipo de funciones para facilitar tus viajes por todas partes. No solo te brinda indicaciones supercompletas para llegar a tu destino, sino que también te ofrece imágenes de mapas desplazables, así como fotografías por satélite del mundo o a pie de calle gracias a Google Street View.
Además, se pueden encontrar puntos de interés como restaurantes, supermercados, tiendas o monumentos para mejorar tus referencias sobre el destino al que te dirijas. A su vez cuenta con un calculador de rutas a pie, en coche, en bicicleta y en transporte público, y un navegador GPS.
Pero esto no es todo. Google Maps también te proporciona información al instante sobre posibles accidentes de tráfico, atascos, obras, cierres de carreteras y advertencias sobre radares, entre otras.
Una herramienta muy útil si no sabes cómo llegar a algún sitio o cuál es el mejor camino. Pero ¿no te ha pasado que, en alguna ocasión, en vez de mandarte por la ruta más corta, te ha mandado por la más larga? ¡Te explicamos por qué!
Esto sucede porque esta app prioriza la ruta más rápida disponible, que no tiene por qué ser la más corta. Google Maps cuenta con información en directo sobre las condiciones de tráfico para así poder, en cualquier momento, proporcionarnos otra ruta alternativa. Esta información comprende desde accidentes de tráfico o atascos hasta cualquier mínima ralentización de la carretera. Según lo que la app registre, la ruta óptima en ese momento puede no ser la más corta, pero sí que será la que te permita llegar en el menor tiempo posible a tu destino.
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